Elecciones y convicciones

(P. Bataille, el 25 octubre de 1.972 a los Cimientos del CNPF en Marsella)



" Ningún progreso es evidente. No hay política social sin que se le dé los medios y estos medios pueden ser liberados sólo por la rentabilidad y el provecho.

Los fenómenos demográficos, la progresión de la escolaridad, la costumbre a la comodidad, los medios de información van a continuar modificando las esperas de los trabajadores. Las mismas condiciones del ejercicio del trabajo van a evolucionar gracias a los progresos tecnológicos y gracias a las exigencias de los consumidores.

La extrema diversidad de los empleos, su deslizamiento hacia el terciario, no facilitan la inserción de los jóvenes que les cuesta mucho encontrar su sitio. Sin embargo estos mismos hombres que entran ahora en la industria verán su nivel de vida doblar en 20 años, si no más rápidamente, sobre la reserva del crecimiento de la economía. La formación continua les permitirá las evoluciones necesarias para controlar el cambio y tener éxito en su vida.

Al antiguo miedo del paro debería sustituirse poco a poco la ansiedad simple del reciclaje y de los cambios deseados o devenidos necesarios.

Debemos pues continuar poniendo frente a las dificultades e integrando a todo hombre en nuestras numerosas preocupaciones, no sólo el asalariado sino que el hombre libre con su fuerza, su corazón y su inteligencia. Qué lo queramos o no, nuestras empresas no pueden ser consideradas únicamente bajo el ángulo de su primera vocación, la de crear riquezas.

Comunidades humanas, son a veces percibidas como una de las comunidades raras con la familia que resiste a los trastornos de nuestra época.

Esta comunidad humana, centro de tensiones y de conflictos, secreta en partes iguales formación, promoción, abertura.

No olvidemos sin embargo que el hombre también debe tener éxito aparte de su trabajo, en su familia, en la ciudad, en sus actividades deportivas o culturales y nuestras actitudes pueden contribuir a eso.

Para lo que nos concierne, nosotros, los empresarios, deberemos encontrar en los próximos años cómo para devolver en el trabajo un contenido que facilita la abertura de las personas y hacerles los más libres posible, los más responsables, los menos sometidos, esto sea en la Seguridad Social.

Hombres económicos libres y responsables, conscientes de nuestros límites y respetuosos con los equilibrios nacionales, debemos interesarnos por los problemas que tocan las condiciones de trabajo y su entorno, en particular el urbanismo, el hábitat y los equipos colectivos. Nuestro papel es conciliar el desarrollo económico Y el desarrollo de los hombres. "