Poclain fue de estas empresas para las que comunicar era como una segunda naturaleza. Esta actitud abierta hacia el exterior es sentida en la época como una expresión totalmente novadora en materia de comunicación en la empresa tanto por los medios profesionales como institucionales o financieros. Esta actitud permitió desarrollar muy rápidamente una imagen dinámica de Poclain que acompañó bien o precedió su desarrollo. Esta voluntad de comunicar compartida por cada persona de la empresa crea de hecho " un estilo propio " fuertemente percibido por fuera, un temperamento verdadero y específico que se expresa a cada ocasión y se inscribe en " la genética " del hombre Poclain. En donde el carácter apasionado incluso pasional de ciertas demostraciones verbales donde la espontaneidad, la creatividad, el entusiasmo lo llevan primero a la reflexión, el método y la planificación. La impulsión y la acción son determinantes. Este estilo está pegado con " espíritu de conquista " que hay que desarrollar para acompañar la demanda de un mercado que crece entre el 20 y 25 % al año. I hay que concebir, fabricar, y vender productos nuevos al ritmo de 2 - 4 al año. La voluntad, la pasión de comunicar, cristaliza la acción o la decisión de actuar porque "atrapa" el que se comprometió en " su promesa pública ". I entonces moviliza toda su energía, su imaginación, sus medios para llegar a sus objetivos, y a sus resultados. I se hace una locomotora y esto se refleja en los resultados de todas las " planificaciones soporíficas ". Pero para esto, hace falta que la empresa le deje a cada uno este espacio de libertad que le permite, en conocedor, liberar su creatividad, su iniciativa, sus proyectos. Esto reposa en la confianza sobre la que supo mostrarse digno y sobre su sentido del líder el que naturalmente se hace porque es seguido en su éxito.