Los únicos dos vehículos de este tipo que existen en el mundo, ambos de la NASA y llamados Hans y Franz, fueron diseñados por Bucyrus International y construidos por Marion Power Shovel Co. a un costo de 14 millones de dólares cada uno en los años sesenta. Cuando se construyeron en 1965, fueron los vehículos más grandes del mundo y se entregaron con una garantía de 50 años o 5.000 millas.

El Crawler Transporter pesa 2.400 toneladas y cuenta con ocho enormes orugas, dos en cada esquina. Cada oruga dispone de 57 eslabones, y cada uno de ellos pesa aproximadamente 900 kilos. El vehículo tiene unas dimensiones de 40 metros 35 metros. La capacidad de carga de estos vehículos es quizá su característica más importante, pero es un dato que no se ha publicado. Se estima que es de unas 5.000 toneladas, ya han llevado cargas de 4.000 toneladas.

La altura desde el nivel del suelo a la plataforma es ajustable desde 6,1 metros a 7,9 metros, esto se debe a que la parte trasera se levanta para mantener horizontal el vehículo espacial que transporta y superar la pendiente del 5% que lleva hasta la plataforma de lanzamiento. El rastreador utiliza un sistema de guía láser.

Para mover el crawler se emplean dos motores diesel de 16 cilindros y una potencia unitaria de 2.750 CV. Su potencia combinada es de 5.500 CV, que suministran potencia a cuatro generadores de 1.340 CV, que luego actúan sobre 16 motores eléctricos de tracción. Dos generadores de 1.000 CV movidos por dos motores diesel de 1.065 CV se encargan de alimentar los sistemas hidraúlicos, la iluminación, ventilación y demás tareas auxiliares. Hay dos generadores de 200 CV a modo de reserva.

El consumo tampoco es pequeño, ya que suele utilizar 350 litros por cada kilometro recorrido. Para llenar su deposito hacen falta 19.000 litros de combustible.

El Crawler es controlado mediante dos cabinas de control situadas en cada extremo del vehículo, y viaja a lo largo de los 5,6 km de su recorrido a una velocidad máxima de 1,6 km/h (1 milla por hora), pero sin carga es capaz de alcanzar 3.2 Km/h. El promedio de tiempo que emplea para llegar al complejo de lanzamiento es de unas cinco horas.

La NASA seguirá utilizando estos vehículos cuando el transbordador espacial deje de realizar operaciones en el 2010 y el Ares I y Ares V tomen su lugar.