En los primeros meses del año, Benito Muros sorprendía a todo el mundo con el lanzamiento mundial de la primera bombilla sin obsolescencia programada, fabricada para durar toda la vida. De esta forma se concretaba la aportación del empresario al debate social en torno a si realmente los productos están o no fabricados con fecha de caducidad.

Ahora, Muros se ha desvinculado del día a día ejecutivo de su empresa, OEP Electrics, para dedicarse exclusivamente a la lucha en contra de la obsolescencia programada, a través de dos vías.

Por una parte, seguir investigando en más productos que puedan incorporarse al mercado y que tengan la máxima durabilidad que la tecnología permita. Así, actualmente está trabajando en el lanzamiento de un frigorífico que podría durar más de 60 años. Con estas investigaciones Muros quiere seguir demostrando que fabricar productos sin obsolescencia programada puede ser viable y rentable, no solo para a sociedad sino también para la empresa.

Por otro lado Benito Muros sigue liderando el Movimiento SOP (Sin Obsolescencia Programada), que aboga por un modelo económico y social más justo y respetuoso con la sociedad y el entorno, en el que los productos no se fabriquen con fecha de caducidad. Entre los objetivos del movimiento se encuentran:

• Dar a conocer a la población qué es y cómo nos afecta la obsolescencia programada.
• Erradicar la obsolescencia programada y promover que la fabricación de los productos se realice con la máxima durabilidad que permita la tecnología existente.
• Apoyar actitudes y productos que vayan a favor de la correcta y óptima utilización de los recursos naturales.
• Ayudas a nivel de promoción y más adelante incluso económicas a todas aquellas empresas que comulguen con los principios de fabricación sostenible y sin obsolescencia programada, con una conciencia social remarcada y activa.
• Ayudar a difundir proyectos SOP a nivel internacional y demostrar a las empresas que las cosas se pueden hacer de otra manera.

El concepto obsolescencia programada surgió entre 1920 y 1930 con la intención de crear un nuevo modelo de mercado, el de la fabricación de productos que tienen una durabilidad corta de manera premeditada, obligando de esta manera a los consumidores a comprar nuevos productos de forma acelerada y sin una necesidad real.

Su objetivo fue –y es– el lucro económico inmediato, sin que tengan ningún valor el cuidado y el respeto al medio ambiente ni al ser humano, contaminando y sobreexplotando los recursos naturales de nuestro planeta.

“Todos los electrodomésticos nacen con fecha de caducidad. Entre cuatro y ocho años de vida. No mucho más. Sin embargo, un frigorífico de los antiguos aguantaba tres décadas. Con la tecnología actual, sin obsolescencia programada, debería vivir hasta 80 años”, comenta Muros.


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