Los diseñadores de Volvo CE consultaron sus bolas de cristal y crearon la Fenix, un modelo experimental de extendedora de asfalto que constituye una combinación de forma y funcionalidad radicalmente futurista.




Volvo Construction Equipment (Volvo CE) ha vuelto a dar carta blanca a los diseñadores para que exploren cómo podrían ser las máquinas en el futuro. El resultado es la Fenix, una extendedora de asfalto práctica y ecológica que simplifica el laborioso trabajo de realización de hormigones asfálticos. Bautizada con el nombre de la mítica ave de fuego, la Fenix representa el renacimiento y la renovación del proceso de pavimentación.

Actualmente, la pavimentación requiere la interacción coordinada de varias personas y máquinas. En la obra hay operarios que comprueban la profundidad, la anchura y la densidad del asfalto. También hay camiones, fresadoras, extendedoras y compactadores. La Fenix es una unidad única que lleva a cabo las operaciones tanto de pavimentación como de compactación con gran precisión. Sustituye a la necesidad de un equipo de extendedoras, puesto que un sólo operador puede controlar todos los mandos. Esta reducción de hombres y máquinas permitirá construir carreteras de calidad muy uniforme, aumentar la seguridad del trabajo y el ambiente de tráfico y reducir considerablemente los costes.

Pavimentación perfecta

La Fenix aprovecha la revolucionaria idea de transportar el asfalto en receptáculos térmicos (thermopods). Si se imagina la mecánica de una máquina de café expreso, estos receptáculos funcionan de manera similar. Al igual que cuando pone café en el filtro, lo conecta a la máquina y hace pasar agua caliente, lo mismo ocurre con el asfalto, el agua y los receptáculos.

Los receptáculos térmicos se llenan en plantas de hormigonado situadas a una distancia de hasta 50 km de la obra y se transportan a la obra del pavimentación donde se colocan delante de la extendedora a intervalos de 50 m. Los receptáculos se cargan en la plataforma de la máquina y se descargan después de haber extendido el material, con lo que se obtiene una pavimentación continua a una velocidad de 25 m por segundo.

Cada receptáculo puede llevar una mezcla de 17 toneladas a una temperatura de 135◦C durante hasta tres horas. El transporte de los receptáculos térmicos de la planta de hormigonado a la obra es coordinado por un encargado. Los receptáculos están provistos de tecnología GPS, lo cual permite que todos conozcan la posición exacta de cada receptáculo y la hora prevista para su llegada a la obra de pavimentación. Existen incluso luces que avisan de la presencia de los receptáculos para crear una "barrera virtual" alrededor de la obra.

La mezcla asfáltica sale del receptáculo y es desplazada por transportadores a la cámara del sinfín de la Fenix donde es extendida sobre la superficie de pavimentación. Los receptáculos se descargan a un ritmo que se ajusta a la velocidad de la extendedora y a los requisitos de profundidad. Se amplían automáticamente cuando están cargados y se retraen cuando están descargados.

Mientras tanto, el operador trabaja en una modernísima cabina insonorizada provista de aire acondicionado que ofrece una excelente visibilidad en todas las direcciones mediante el uso de videocámaras.

Fenix, menos tensiones en el sistema

El sistema hidráulico de la Fenix utiliza agua destilada y desionizada en lugar de aceite. Además de ser menos caro y más respetuoso con el medio ambiente, este sistema hace que las fugas no supongan un problema. El uso de agua destilada ofrece también la ventaja técnica de aumentar el rendimiento energético de la máquina, gracias a la baja viscosidad del agua.

Prevista para utilizarse con biomaterial y otras mezclas de pavimentación respetuosas con el medio ambiente, la Fenix está diseñada pensando en la rentabilidad, la seguridad y la productividad.

La Fenix demuestra que la pavimentación no necesita ser una tarea agobiante y difícil. Representa la visión de un proceso limpio, seguro y cómodo.


Fuente:

http://www.volvo.com

Saludos