Una inversión de 13 millones de euros y casi un año de duración ha dedicado Liebherr Ibérica S.A. a la tarea de dotarse en el polígono industrial de Chiloeches (Guadalajara) de unas nuevas instalaciones para su división de Movimiento de Tierras. Su amplia y moderna sede posee una superficie total de 26.852 metros cuadrados, de los que más de 3.000 están dedicados a su vanguardista taller de reparaciones.

Mantener la rentabilidad, reducir stock, mejorar la satisfacción de la clientela y consolidar su 18% de cuota de mercado son los cuatro objetivos que se ha trazado la división de Movimiento de Tierras de Liebherr Ibérica S.A. para este año, y en la consecución de esos cuatro propósitos desempeñan un papel importante las nuevas instalaciones de la compañía abiertas en el polígono industrial Albolleque de la población de Chiloeches (Guadalajara). Aunque esta nueva sede comenzó su actividad ya durante el otoño pasado, su inauguración el pasado mes de mayo ante los medios de comunicación coincide con un decidido impulso de Liebherr a la promoción de su marca a fin de consolidar su liderazgo y al mismo tiempo ayudar a reactivar el sector del earthmoving en general.


Ni la venta de máquinas nuevas ni la reparación de las que ya están en uso viven un buen momento, pero eso es algo que Liebherr se propone combatir con sus modernas y ambiciosas instalaciones de Chiloeches, cuya área total de 26.852 metros cuadrados se estructura de la siguiente manera: 2.719 m2 para oficinas del equipo comercial, el administrativo y el del servicio postventa, 22.685 m2 de superficie de campa y 3.024 m2 dedicados al taller, verdadera joya de la corona con sus 15 metros de altura, su pavimento de planchas de acero (capaces de soportar pesos de hasta 320 toneladas) y sus dos grúas puente de 32 y 25 Tm y una polipasto de 2 Tm y 10/20 m para afrontar trabajos específicos con cargas pesadas. Naturalmente, Liebherr no va a alterar su política de intentar siempre realizar todas las reparaciones sobre el terreno, y remite la máquina a la central sólo en casos particularmente complejos.



Este vanguardista taller de reparación no sólo triplica el espacio del anterior, sino que mejora ampliamente sus medios tecnológicos, especialmente gracias al nuevo simulador de maquinaria, que permite anticipar potenciales problemas antes incluso de que se manifiesten. El equipo técnico se compone de 27 personas (más los 185 mecánicos repartidos por España), de los cuales 21 son mecánicos titulados. Dentro del taller hay incluso prevista una futura cabina de pintura de 230 m2. Más aún, de cara a una previsible expansión futura, queda reservada una planta adicional con más de 800 m2 de espacio para oficinas. Al exterior del taller se encuentra la zona de alquiler de maquinaria, con su lavadero especial incluido. A diferencia del resto del complejo, este servicio no es gestionado por Liebherr Ibérica.




La inversión realizada en estas nuevas instalaciones, cuyas obras comenzaron el 27 de octubre de 2007, asciende a 13 millones de euros: un desembolso considerable pero necesario para responder al fuerte crecimiento de la demanda entre 2006 y 2008, y al que pueda producirse cuando se remonte la crisis actual. Además, esta nueva sede ultramoderna resulta estratégica para Liebherr Ibérica porque permitirá agilizar y potenciar de forma considerable su stock de producto, su atención al cliente y su economía interna: reparar máquinas será más rápido, más barato y más rentable, con lo que dará un paso en la dirección de consolidar su facturación anual de 9 millones de euros.


De Chiloeches dependen 19 puntos de servicio repartidos por toda España y dos delegaciones en Portugal. Todos ellos reciben el soporte técnico de un equipo de cinco especialistas, la tramitación de garantías a cargo de dos técnicos y dos administrativos, y el soporte de formación para los 185 mecánicos distribuidos por España, para los cuales hay una sala de formación de 50 m2 y un área especial en el taller para realizar la parte práctica de los cursos que se imparten (17 el año pasado, 29 previstos este año). Los dos formadores de que dispone la compañía imparten los cursos, que se dividen en tres niveles de profundización, desde rudimentos sobre mecánica e hidráulica básica hasta la búsqueda de averías en los modelos más sofisticados, y además son los encargados de gestionar toda la información técnica que se remite a la red de distribución.


Santiago Quiñones



Fuente:


http://www.interempresas.net


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