Jennifer Kordowitzki sabe lo que quiere, y el modo de conseguirlo. Conduce un camión desde hace siete años. En "Ruta" informa sobre su trabajo y sobre los comienzos.









La tractora Actros de color blanco se acerca al trailer, frena y recorre marcha atrás una curva cerrada. Se escucha un chasquido y el enganche encastra. Jennifer Kordowitzki echa el freno de mano y baja de la cabina con su coleta rubia. Los ojos azules controlan con pericia el enganche: ¿Está bien asegurada la placa de apoyo? Levanta los montantes telescópicos con una manivela, guarda la cuña en su soporte y conecta los cables y las mangueras.

A continuación da la vuelta al veh*culo con pasos decididos. El último control antes de ponerse en marcha: "El cambio de trailer no puede durar más de dos o cuatro minutos: no hay tiempo que perder", nos comenta la conductora de 28 años de Tostedt (Baja Sajonia). No cabe duda de que sabe lo que quiere.

Jenny trabaja desde hace siete años para Roman Mayer, un transportista con sede en Augsburgo. La empresa cuanta con una flota de 400 tractoras y 650 conductores, en seis cocheras en toda Alemania. Una buena parte del negocio son l*neas regulares, para Trans-O-Flex entre otros clientes.

"A los 19 años me encontraba en una fase dif*cil, sin perspectivas profesionales", relata Jenny. Ten*a que elegir entre una formación profesional o el colegio, para no arriesgar que la echaran de casa. Buscaba una profesión exótica, nada convencional. "Entre otros motivos, para demostrar a mi madre que era yo quien tomaba la decisión", sonr*e Jenny.

El resto fue muy rápido: asesoramiento en la delegación de trabajo, y una semana más tarde comienzo del curso de capacitación para camioneros en la DEKRA. En julio de 1998, un d*a después del examen final, comienza a trabajar para Roman Mayer. "Ahora no me puedo imaginar otro trabajo", dice Jenny.

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