Lleida - L.A. Pérez de la Pinta 2008-11-13

El monolito caerá mañana (Anna Carrión) El monolito de la plaza Cervantes desaparecerá por completo del horizonte de la rambla d'Aragó mañana. La fecha la facilitó ayer la empresa encargada de un derribo que empezó a prepararse el lunes y que, ayer, generó retenciones de tráfico al convertirse con la presencia de las autoridades en la escenificación del cierre de un debate que se arrastra desde los primeros años de la democracia. Entonces, y a despecho de los nostálgicos de la dictadura según los que el monolito representaba a todos los muertos de la guerra civil, la estructura fue despojada de la simbolog*a franquista que lo decoraba y empezó a convertirse sólo en un feo soporte de nido que despertaba iras en forma de pintada en unos pocos.



La estructura se levantó en 1969 en poco más de un mes para sustituir a otro monumento más modesto erigido en el cruce de Prat de la Riba –entonces General Mola– con Ricard Viñes poco después de la guerra con idéntica motivación: honrar en teor*a todos los ca*dos en la contienda y en la práctica a los de un sólo bando.
La idea de levantar un monumento as* en la plaza Cervantes nació en plena Guerra Civil, cuando un grupo de franquistas locales encarcelados en la antigua prisión provincial decidió formular lo que ellos entend*an como una solemne promesa: “Nos conjuramos todos para que tan pronto como Lérida fuese liberada de la carroña, diésemos al garete nosotros mismos con pico y pala aquella fea edificación –la cárcel– para poner en su lugar un monumento”. La “conjura” de la que hablaba as* en la prensa de la época un articulista de nombre Piñeiro que era además comisario de polic*a costó al erario público en 1969 852.103 pesetas, una cifra que, aplicándole el IPC acumulado desde la entonces, equivale a 106.383 euros. El origen del monumento fue recordado ayer por el alcalde Ros, quien aseguró que, a pesar de que la estructura perdió “ya hace años” gran parte de su significado, su origen hace que no tenga cabida en el rediseño de la plaza. El otro recuerdo más visible de la dictadura que queda en Lleida –el escudo preconstitucional de Gardeny– también desaparecerá en breve, prometió Ros, pero las calles que recuerdan a destacadas personalidades del franquismo como Llu*s Besa o el que fuera alcalde Casimiro Sangen*s, que inauguró el monolito, se mantendrán. "Esa gente tiene calles dedicadas no por ser franquistas, sino por lo que hicieron por Lleida. Las épocas y las personas no son lo mismo", dijo Ros.

La cigüeña de la plaza Cervantes tendrá que buscarse otra casa

Las cigüeñas que viv*an en el nido del monolito de la plaza Cervantes tendrán que buscar casa después de que ayer los operarios encargados del derribo retirasen el nido que ocupaban para trasladarlo a la ribera del Segre, ya que estos animales no son capaces de reconocer sus nidos si alguien los cambia de sitio.
En la ribera del Segre la Generalitat ha instalado ya más de 20 nidos con la esperanza de que las cigüeñas abandonen el casco urbano, donde sus excrementos dañan las fachadas. As*, y si quiere seguir en Lleida, la pareja desalojada deberá construirse otro nido u ocupar uno abandonado por sus anteriores inquilinos. la única posibilidad de que vuelvan a Cervantes es que la plaza incorpore algún elemento vertical similar al monolito, algo que no se contempla pese a que ICV-EUiA lo solicitó.

FUENTE


http://www.youtube.com/watch?v=CIm5DpMWxBoYouTube - Enderroquen part del monòlit de la plaça Cervantes[/video]